Reino

Así no se siembra, ¿o sí?

 

“Lo mismo pasa con mi palabra cuando sale de mis labios: no vuelve a mí sin antes cumplir mis órdenes, sin antes hacer lo que yo quiero.” Isaías 55.11 TLA

 

Una parábola con poco éxito

“De nuevo comenzó Jesús a enseñar a la orilla del lago. La multitud que se reunió para verlo era tan grande que él subió a una barca en el lago y allí se sentó, mientras toda la gente se quedaba en la orilla. Entonces se puso a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas y, como parte de su instrucción, les dijo: «¡Pongan atención! Un sembrador salió a sembrar. Sucedió que, al esparcir él las semillas, una parte cayó junto al camino, llegaron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esas semillas brotaron pronto porque la tierra no era profunda; pero cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y por no tener raíz se secaron. Otra parte de las semillas cayó entre espinos que, al crecer, ahogaron las plantas y no dieron fruto. Pero las otras semillas cayeron en buen terreno. Brotaron, crecieron y produjeron una cosecha que rindió hasta treinta, sesenta y cien veces más.»El que tenga oídos para oír, que oiga», añadió Jesús.” Marcos 4.1-9 NVI

 

El sembrador y la semilla

»¿No entienden esta parábola? —continuó Jesús—. ¿Cómo podrán, entonces, entender las demás? El sembrador siembra la palabra.

 

“El SEÑOR dice: «Llegará el día en que plantaré muchos hombres y animales en Israel y en Judá. Y así como estuve pendiente de ellos para arrancarlos de raíz, destruirlos y causarles sufrimiento, así mismo estaré pendiente de ellos para restaurarlos y volverlos a plantar.” Jeremías 31.27-28 PDT

 

“Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y permanecen en la tierra para regarla, haciendo que la tierra dé grano y produzca semilla para el sembrador y pan para el hambriento, así es mi palabra. Yo la envío y siempre produce fruto. Realiza cuanto yo quiero y prospera en dondequiera la envíe.” Isaías 55.10-11 NBV

 

Los suelos y los adversarios de la semilla

“Algunos son como lo sembrado junto al camino, donde se siembra la palabra. Tan pronto como la oyen, viene Satanás y les quita la palabra sembrada en ellos. Otros son como lo sembrado en terreno pedregoso: cuando oyen la palabra, de inmediato la reciben con alegría, pero como no tienen raíz, duran poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, enseguida se apartan de ella. Otros son como lo sembrado entre espinos: oyen la palabra, pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos otros malos deseos entran hasta ahogar la palabra, de modo que esta no llega a dar fruto. Pero otros son como lo sembrado en buen terreno: oyen la palabra, la aceptan y producen una cosecha que rinde treinta, sesenta y hasta cien veces más.” Marcos 4.14-20 NVI

 

“En presencia de Dios y de Cristo Jesús—quien un día juzgará a los vivos y a los muertos cuando venga para establecer su reino—te pido encarecidamente: predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el tiempo oportuno. Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza… Ocúpate en decirles a otros la Buena Noticia y lleva a cabo todo el ministerio que Dios te dio.” 2da Timoteo 4.1-5 NTV