Reino

 

RR.HH.

“Nuestro Dios está en los cielos y puede hacer todo cuanto quiere.” Salmo 115.3 NVI

 

Mateo 20.1-16 NTV

Una parábola de acuerdos…

»El reino del cielo es como un propietario que salió temprano por la mañana con el fin de contratar trabajadores para su viñedo. Acordó pagar el salario normal de un día de trabajo y los envió a trabajar.

 

Se necesitan más empleados (¿o Dios stalkeando?)

»A las nueve de la mañana, cuando pasaba por la plaza, vio a algunas personas que estaban allí sin hacer nada. Entonces las contrató y les dijo que, al final del día, les pagaría lo que fuera justo. Así que fueron a trabajar al viñedo. El propietario hizo lo mismo al mediodía y a las tres de la tarde.

 

“Pues el Señor Dios dice: ¡Yo personalmente buscaré y encontraré a mis ovejas! ¡A cada una le daré mi atención!” Ezequiel 34.11 NBV

 

La hora de la desesperanza

»A las cinco de la tarde, se encontraba nuevamente en la ciudad y vio a otros que estaban allí. Les preguntó: “¿Por qué ustedes no trabajaron hoy?”.

»Ellos contestaron: “Porque nadie nos contrató”.

»El propietario les dijo: “Entonces vayan y únanse a los otros en mi viñedo”.

 

… y una parábola de desacuerdos

»Aquella noche, le dijo al capataz que llamara a los trabajadores y les pagara, comenzando por los últimos que había contratado. Cuando recibieron su paga los que habían sido contratados a las cinco de la tarde, cada uno recibió el salario por una jornada completa. Cuando los que habían sido contratados primero llegaron a recibir su paga, supusieron que recibirían más; pero a ellos también se les pagó el salario de un día. Cuando recibieron la paga, protestaron contra el propietario: “Aquellos trabajaron solo una hora, sin embargo, se les ha pagado lo mismo que a nosotros, que trabajamos todo el día bajo el intenso calor”.

»Él le respondió a uno de ellos: “Amigo, ¡no he sido injusto! ¿Acaso tú no acordaste conmigo que trabajarías todo el día por el salario acostumbrado? Toma tu dinero y vete. Quise pagarle a este último trabajador lo mismo que a ti. ¿Acaso es contra la ley que yo haga lo que quiero con mi dinero? ¿Te pones celoso porque soy bondadoso con otros?”.

 

“Den a los demás y ustedes también recibirán. Se les dará una cantidad mayor a la que puedan contener en su regazo, aunque se la haya agitado y apretado al máximo, siempre se rebosará. Porque con la misma medida que ustedes midan a los demás, Dios los volverá a medir a ustedes.” Lucas 6.38 PDT

 

El misterio de cómo funciona el Reino

»Así que los que ahora son últimos, ese día serán los primeros, y los primeros serán los últimos.