A la mesa con Jesús
Tiempo de cambio
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido” Lucas 19.10 NVI
1- Una ciudad y el deseo de un hombre
“Jesús entró en
Jericó y comenzó a pasar por la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo.
Era jefe de los cobradores de impuestos de la región y se había hecho muy rico.
Zaqueo trató de mirar a Jesús pero era de poca estatura y no podía ver por
encima de la multitud.”
Así que se adelantó
corriendo y se subió a una higuera sicómoro que estaba junto al camino, porque
Jesús iba a pasar por allí” Lucas 19:1-4
NTV
“Así como un venado
sediento desea el agua de un arroyo, así también yo, Dios mío busco estar cerca
de ti.
Tú eres el Dios de la
vida, y anhelo estar contigo.”
Salmo 42: 1-2 TLA
“Sin embargo, desde
allí, buscarán nuevamente al Señor su Dios. Y si lo buscan de todo corazón y
con toda el alma, lo encontrarán” Deuteronomio 4:29 NTV
2- Arriba del árbol con la dignidad por el suelo
“Por eso se adelantó
corriendo y se subió a un árbol sicómoro para poder verlo, ya que Jesús iba a
pasar por allí.” Lucas 19: 4 NVI
“Porque cualquiera
que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” Lucas
14: 11 RV
3- Jesús nunca sigue de largo
“Cuando Jesús pasó,
miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: ¡Zaqueo ¡ - le dijo- ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu
casa” Lucas 19:5 NTV
4- Obedecer y bajar del árbol
"Zaqueo
bajó rápidamente y, lleno de entuasiasmo y de alegría, llevó a Jesús a su casa;
pero la gente estaba disgustada y murmuraba: Fue a hospedarse a la casa de un
pecador de mala fama.” Lucas 19: 5-7 NTV
5- El testamento de Zaqueo
“Mientras
tanto, Zaqueo se puso en pie delante del Señor y dijo: Señor, daré la mitad de
mi riqueza a los pobres, y si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré
cuatro veces más. Jesús respondió: La salvación ha venido hoy a esta casa,
porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham. Pues el Hijo
del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos” Lucas 19: 8-10
NTV
6- La Iglesia que se detiene para predicar a Jesús
“Esto es, que
en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta
sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. Así que
somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de
nosotros: En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios.”
2 Corintios 5:
19-20 NVI
“Por tanto,
vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les
he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el
fin del mundo” Mateo 28:19-20 NVI